La distinción entre el mundo real y el digital es cada vez menos evidente a medida que la tecnología sigue avanzando. Cada vez conocemos mejor los conceptos de identidad digital y huella digital, y dependiendo de cómo utilicemos la tecnología en nuestra vida diaria, su presencia puede tener un efecto realmente bueno o realmente malo en nosotros.

Cuando controlas tus hábitos digitales puedes:

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• Ser más activo, concentrado y eficaz en todo lo que haces
• Ser más conscientes de nuestro entorno y socializar con los demás, tanto en casa como en el trabajo
• Ejercitar la capacidad de desapego, ser conscientes de nuestro cuerpo y emociones, rebajar la ansiedad y la tensión y, en consecuencia, sentirnos mejor
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Sé consciente y reflexiona sobre tus hábitos:

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Cada vez que nos relacionamos con el mundo digital, debemos tener presente el concepto de "tiempo bien empleado". Para ello, debemos ser conscientes de nuestros comportamientos online y reflexionar sobre las siguientes ideas:

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• ¿Qué hacemos cuando estamos en línea?
• ¿Cómo afecta nuestro ánimo? ¿Cómo nos sentimos antes y después?
• ¿Mejora nuestra calidad de vida?
• ¿Qué aspectos de nuestras conexiones e interacciones digitales nos gustaría cambiar?
• ¿Qué opinan los demás a nuestro alrededor sobre nuestros comportamientos en Internet?
• ¿Qué papel quiero que tenga la tecnología en mi vida diaria?
• ¿Qué prácticas quiero abandonar y qué características de la tecnología me irritan?
• ¿Cuál es mi objetivo o meta, y cómo estoy gestionando mi uso de la tecnología?
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Las decisiones que tomamos en línea, la información que consultamos, las relaciones que mantenemos con los demás e incluso el tiempo que pasamos utilizando la tecnología e internet pueden repercutir en nuestra salud digital. Según varios estudios, las personas que pasan mucho tiempo en línea son más propensas a consumir contenidos irritantes, recibir comentarios ofensivos o enviar mensajes ofensivos a otras personas. De hecho, el 71% de los internautas se sienten tan frustrados buscando en la red que sufren "furia de internet".

Internet y la tecnología deberían mejorar y simplificar nuestras vidas en lugar de ser una fuente de ansiedad, estrés o malestar. El hecho de que no todas las experiencias online de un joven sean agradables puede tener un efecto perjudicial en cómo se sienten consigo mismos, sus amistades y relaciones, e incluso en cómo ven el mundo en general.

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¿Es mala la tecnología?

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Por supuesto que no, pero el mismo principio que aplicamos a la mayoría de las cosas de la vida, puede aplicarse especialmente a la tecnología y a nuestra relación con ella: ser atentos, moderados y conscientes. En este sentido, puedes empezar por hacer estas cosas tan sencillas y notar cómo cambia tu vida de inmediato:

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• Apartar el teléfono cuando tengas una conversación cara a cara con alguien
• Apagar algunas de tus notificaciones
• Revisar las notificaciones y los mensajes de texto más tarde.
• Establecer un límite de tiempo para el uso de las redes sociales, la navegación sin rumbo y los videojuegos.
• No responder a mensajes de texto o llamadas telefónicas durante las cenas familiares
• Tener el objetivo de mantener más conversaciones en persona
• Dedicar un día o dos, o incluso una semana, sin redes sociales
• Bloquear los sitios que hacen perder el tiempo

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Podemos aprovechar realmente las ventajas que nos aporta la tecnología y reducir algunos de los problemas y frustraciones asociados al hecho de estar siempre conectados si somos más conscientes de cómo la utilizamos y hacemos algunas pequeñas modificaciones.